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Colombia: “El pueblo en las calles está decidido y no se cansa”

25/11/2019. La Tinta.

Miles de colombianas y colombianos se encuentran movilizados desde el jueves pasado en rechazo a las políticas neoliberales del gobierno de Iván Duque.

Las manifestaciones en las calles de Colombia no se detienen. Pese a que el gobierno del presidente Iván Duque dictó el toque de queda en algunas ciudades y desató una fuerte represión contra los ciudadanos y las ciudadanas del país, el Paro Nacional convocado el jueves pasado encendió las chispas de las protestas que se extendieron con el paso de los días.

Convocado por el Comando Unitario Nacional (CUN), la jornada de protesta, que desbordó a los propios organizadores, tuvo una respuesta concreta del gobierno nacional: la represión sostenida por el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) que, según cifras oficiales, ya dejó como saldo a tres personas muertas, y cientos de heridos y detenidos.

Las personas en las calles le exigen al Ejecutivo de Duque que frene las reformas laboral y previsional, como también que intervenga para detener el asesinato masivo de líderes sociales y ex guerrilleros de las FARC, desmovilizados luego de la firma del acuerdo de paz en 2016.

Andrea Rincón Acevedo, de la coordinación nacional de Ciudad en Movimiento de Bogotá, declaró a La tinta que “después de cuatro días de la gente en las calles, la convocatoria del pueblo colombiano, de los ciudadanos y las ciudadanas, ha desbordado la idea de un paro de 24 horas convocado por el Comando Unitario”.

“Todas las organizaciones sociales coincidimos en evaluar y valorar esta convocatoria como un éxito –señaló-. Es un éxito que se haya desbordado la convocatoria de las principales organizaciones, centrales y movimientos sociales. El pueblo ha desbordado esta convocatoria y está decidido, y después de cuatro días no se cansa”.
Rincón Acevedo remarcó que las principales demandas que se escuchan en las calles “es que Duque renuncie y el desmonte del ESMAD”, además de que la gente “está diciendo ‘Colombia despertó’, ‘Colombia se cansó’, y para nosotras es una cosa maravillosa”. “Hay un pueblo en las calles que es superior a lo que se puede considerar la vanguardia y la dirigencia del movimiento social. Quienes estamos organizadas en los movimientos políticos tenemos que estar a la altura de este momento”, agregó la integrante de Ciudad en Movimiento.

La represión al Paro Nacional comenzó días antes de que se realice la jornada de protesta. Según la representante de Ciudad en Movimiento, “el terrorismo de Estado y la represión del régimen de Duque ha tenido varios momentos”. En un primer término, detalló Rincón Acevedo, el Ejecutivo desplegó “una campaña mediática, usando los recursos y las redes sociales del Estado, del gobierno nacional, la publicidad de los grandes medios de comunicación, para decirle a la gente que las razones del paro eran falsas, que no había ninguna reforma laboral o de las pensiones, ningunas medidas neoliberales ni tampoco un paquetazo”. Con esta estrategia que comenzó una semana antes del Paro Nacional, el gobierno de Duque intentó “decir que quienes convocábamos al paro queríamos destruir el país”, resumió Rincón Acevedo.

“Después de esto, vinieron unas medidas de orden público que se condensaron finalmente en un decreto, el mismo 21 de noviembre, para aterrorizar y para reprimir la protesta social –advirtió-. Este decreto contempló el cierre de fronteras durante 24 horas, la prohibición del porte de armas, y le dio unas medidas extraordinarias a los alcaldes y gobernadores para que expidieran toques de queda, para que decretaran la ley seca y para que prohibieran la movilización y circulación”. Para Rincón Acevedo, con el decreto ordenado por Duque se habilitó que el mismo jueves del paro se dictara un toque de queda en Cali y al día siguiente en Bogotá. “Estas son medidas para desalentar la protesta social y para reprimir”, estimó la integrante de Ciudad en Movimiento.

Otro momento del plan represivo se pudo observar 24 horas antes del Paro Nacional, con los más de 20 allanamientos realizados por la policía en Cali, Medellín y Bogotá. “En estos allanamientos -aclaró Rincón Acevedo- no encontraron bombas ni explosivos ni municiones, todas cosas dichas por el gobierno que nunca fueron incautadas”. A su vez, “las personas capturadas fueron liberadas al otro día porque los jueces consideraron que no había pruebas suficientes para dictar medidas de aseguramientos. Varios de esos allanamientos, por lo menos en Bogotá, fueron declarados ilegales. Nuestra organización fue víctima de dos allanamientos”.
Rincón Acevedo relató que el día del Paro Nacional Luego se convirtió en “una jornada muy dura de represión por parte del ESMAD y de la policía nacional. Hubo cientos de heridos en las principales ciudades del país, personas que han perdido sus ojos, como pasa en Chile. En las noches del jueves y viernes fueron los toques de queda en Cali y Bogotá. En esas noches, lo que se impulsó por parte del régimen fue la doctrina del pánico moral y el pánico social”. La referente de Ciudad en Movimiento explicó que el gobierno, además de decretar el toque de queda, “desestimuló” la presencia policial en los barrios periféricos de las ciudades, al mismot tiempo que las fuerzas de seguridad llevaban a “supuestos vándalos en camiones y motocicletas a los conjuntos residenciales”, todo esto acompañado por mensajes en las redes sociales que decían “se metieron en mi edificio” o “se van a meter los vándalos”. Rincón Acevedo aseguró que grupos de la derecha le pagaron les pagaron 80 mil pesos a muchas personas venezolanas pobres para atemorizar con estas acciones.

Pese a este operativo gubernamental, “la gente logró desmentir rápidamente lo que sucedía y mostrar que lo que quería el régimen era infundir pánico social”. “Los mismos políticos de la derecha han denunciado ante la procuraduría y la fiscalía que lo que querían era infundir pánico en Cali y Bogotá durante esos dos días”, remarcó Rincón Acevedo.

La referente de Ciudad en Movimiento recordó el caso de Dilan Cruz, de 18 años, uno de los heridos por el ESMAD, que en estos momentos se encuentra “en un coma inducido con un trauma severo cráneo-encefálico”, ya que recibió el impacto de una bomba lacrimógena en su cabeza. “La gente en las calles está pidiendo que se retire el ESMAD, pero en el caso de Bogotá lo que está pasando es que la movilización y la masividad de la gente es tal, que la policía no tiene cómo reprimirnos -manifestó Rincón Acevedo-. Estamos logrando que la policía se corra de las movilizaciones, que no pueda reprimir porque hay muchísima gente. No hay policía para tanta gente decidida a exigir la libertad en las calles”.

Por último, la integrante de Ciudad en Movimiento anunció que luego de que el gobierno llamara a “una jornada de concertación y diálogo social”, el Comando Unitario se reunirá el próximo martes para analizar la situación. Rincón Acevedo destacó que existen demandan mínimas, como la exigencia de que el ESMAD se retire de las calles, que el gobierno decline con la reforma tributaria –que el Congreso ya está discutiendo pese a que fue anulada por la Corte Constitucional- y que se apruebe un aumento al salario mínimo de al menos el 10 por ciento.

“Hay una agenda a largo plazo que dependerá de la fuerza de la gente en las calles, y que tiene que ver incluso con un nuevo gobierno y una nueva política económica para el país”, finalizó Rincón Acevedo.

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