En la Calle

TODOS Y TODAS SOMOS HONDURAS

Honduras MANIFIESTO

El pueblo de Honduras vuelve a estar sometido a una dictadura tras casi 30 años de democracia. La lógica de dominación que, bajo la coartada de la lucha anticomunista, había imperado en Latinoamérica desde mediados del siglo pasado, se ha vuelto a imponer.

A pesar de las unánimes condenas internacionales y de los intentos de la Organización de Estados Americanos (OEA) por restablecer mediante el diálogo el orden constitucional, el presidente de facto Micheletti, junto a toda la cúpula militar, en un tono desafiante, ha convocado elecciones para el 29 de noviembre próximo, bajo el subterfugio del restablecimiento de la democracia que el presidente depuesto Zelaya había puesto en peligro, caracterizando su golpe de estado como maniobra  para devolverle al pueblo la soberanía popular que Zelaya les había robado.

Esta estrategia, insostenible desde el punto de vista dialéctico, está sirviendo para ganar tiempo que puede permitir, por una parte, consolidar el proceso emprendido,  y por otra, sacar conclusiones para futuros procesos en la zona, todo ello con un mensaje muy claro: establecer los límites de la democracia. Dicho de otra forma, la democracia sirve a unos determinados intereses, y si ésta los pone en peligro se cambia el rumbo democrático, estableciendo los “ajustes” necesarios.

La realidad de Honduras es que una combinación de políticos y militares corruptos al servicio de la oligarquía local y de intereses transnacionales, ha situado a este país centroamericano como uno de los más pobres de América, con más del 60% de la población situados bajo el umbral de la pobreza, la mayor parte de ellos viviendo con apenas un euro al día, y donde  las desigualdades sociales se han hecho más patentes en los últimos años.  

Esta misma realidad es la que impulsó al presidente Zelaya a poner en marcha una serie de reformas que representaban una esperanza de cambio para miles de hondureños. A nuestro juicio, este factor ha sido determinante en la consecución del golpe de estado: truncar la esperanza de un pueblo puesta en un presidente que podría reducir las condiciones de pobreza y desigualdad en Honduras.

En ese sentido, la reacción de los movimientos sociales ante el golpe, agrupados en torno al Frente Nacional de Resistencia, ha permitido al pueblo de Honduras manifestar su rechazo desde el primer día del golpe, pese a la fuerte represión  puesta en marcha por el gobierno golpista de Micheletti, con el corolario de asesinatos, desapariciones, detenciones, etc. que la acompaña.

No podemos permitir que el proceso emprendido se consolide, como tampoco podemos abandonar al pueblo hondureño a su suerte.

Por ello, las organizaciones abajo firmantes, hemos constituido la Plataforma de Solidaridad con Honduras, para demandar lo siguiente:

  1. El cese de la represión que vive el pueblo de Honduras.
  2. Restitución del orden constitucional, devolviendo la presidencia de la república a Manuel Zelaya, como legítimo representante de la voluntad popular.
  3. Inicio de las acciones para que todos los golpistas sean llevados a juicio y castigados de acuerdo a las leyes de Honduras y las establecidas por la Corte Penal Internacional.
  4. Que el Gobierno de España no sólo condene el golpe de estado sino que desconozca el proceso electoral emprendido por el gobierno de facto de Honduras.
  5. Que, así mismo, utilice todos los instrumentos a su alcance para que la Unión Europea se pronuncie en los mismos término

Zaragoza, 9 de septiembre de 2009

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