LOS ANTISISTEMA SON ELLOS
No hay una sola reivindicación de Democracia Real Ya que no se inscriba en el espíritu constitucional.
03/06/2011 FRANCISCO Palacios
«La sabiduría hace personas tímidas, por lo cual veis a los sabios despreciados, desconocidos y olvidados. En tanto a los estultos afluye el dinero, tienen en las manos la gobernación del Estado» Erasmo de Róterdam (Elogio de la Locura, LXI)
Por un lado están las gentes 15-M que han tenido el valor de tirarse a la calle y en la calle para pedir simplemente Democracia Real Ya. Por otro lado son ellos, los que nos miran con desprecio o ira, los que nos impugnan como ignorantes o erráticos para, finalmente, sentenciarnos como antisistema.
Sin embargo, una vez más, la realidad se escribe al revés. Una vez más mienten: no hay una sola reivindicación de los textos base de Democracia Real Ya que no se inscriba en el espíritu constitucional y con reflejo en su articulado. En este sentido es una rebelión constitucional que alerta sobre la demolición de sus esencias y la consolidación de sus excrecencias.
1. Rebelarse contra la eugenesia neoliberal de los derechos sociales no es sino defender el clásico constitucionalismo social construido sobre las ruinas de la II G.M. Derechos reivindicados como «vivienda, trabajo, remuneración suficiente, derechos laborales, jubilación a los 65, seguridad en el empleo, derecho de paro, salud, educación, derecho al consumo de bienes básicos» son artículos de nuestro texto constitucional (47, 35, 37, 50, 41, 44, 43, 34, 27). Derechos que con base en la Declaración Universal de 1948 y en los Pactos internacionales que la desarrollarían (1966) y que son el corazón de ese gran contrato social ahora en bancarrota.
2. Rebelarse a favor de mayor participación y control ciudadano a través de canales más directos. Algo que podría parecer ajeno al texto por el desprecio partitocrático de más de dos siglos de ingeniería jurídica sin articular un solo mecanismo participativo. La Constitución preceptúa textualmente «el derecho de participar en los asuntos públicos directamente» e insta al Estado a «facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social». Lo dicta en relación a organismos públicos y habla de promover eficazmente formas de participación en las empresas, e incluso en su propiedad: «facilitar el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de producción» (sic). Artículo que, sin duda, ameniza con risotadas muchos saraos de Cohibas y Dom Pérignon.
3. Rebelarse a favor de un Estado interventor, que ejerza de garante real de nuestra soberanía respecto al sistema económico-financiero (art. 128). Porque ellos han desmantelado todo el sector público que cobijaba la soberanía real: sectores rentables, sectores estratégicos, espacios financieros de autonomía táctica. Todo lo han privatizado, hasta las loterías, y paradójicamente en lugar de restar los pasivos de los Estados los han dejado exangües y semi-derruidos, con multimillonarios déficit que pagar a los conglomerados financiero rentistas.
4. ¿15-M, Antisistema? Vosotros, casta oligárquica, sí sois antisistema. Os habéis cargado el capital social de la generación pasada. Os habéis dedicado a montar clientelas políticas, a compincharos con siniestros grupos de presión, a claudicar ante el chantaje de poderes hegemónicos. No habéis sido capaces de administrar una simple política de urbanismo, de vivienda, de estabilidad laboral, de vigilancia de la competencia, de control de instrumentos mercantiles o fiscalización del mercado de valores. Habéis generado un falso sistema hipotecario, más draconiano que el del Derecho Romano, una normativa mercantil pirata a favor de la banca, con toda clase de contratos basura de permuta financiera (clips, swaps..) que incluso harían ruborizar a López Rodó… Estáis acabando incluso con unas cajas de ahorro tomadas al asalto por politicastros y familias-de-toda-la-vida, descapitalizadas a base de créditos blandos, irresponsables, ad maiorem gloria de clientelas de partido, colegas de chiringuito, financistas electoreros o amigos de juerga. Un sistema que ha enriquecido por generaciones a especuladores y constructores de todas las ciudades en este maldito país de los florentinos y felipes (gonzález o borbón, qué más da). Perro-flautas sois vosotros, pero sin flauta, los que habéis hecho el ridículo ante todos los mercachifles del orbe o bien habéis fungido como mamporreros interesados de las mafias hedgefundistas.
5. También quedaría otra opción, y esta sí sería antisistema: todo lo aquí dicho no es exacto, vosotros no sois culpables, sois personas cojonudas pero impotentes, y es el Sistema –sistema liberal capitalista– el que no da más de sí, el que se muestra incapaz de construir una sociedad mínimamente armoniosa, incapaz de hacer valer un texto constitucional que termina convirtiéndose en esa hoja de papel mencionada por Lassalle «a merced de grupos fácticos de poder».
Por todo esto, los miles que se han tirado a la calle, y los millones que lo hacen en las covachuelas del ciberespacio, se convierten en defensores numantinos de un Estado social real, ahora intercambiado por un Estado del bienestar asistencial-clientelista, corroído y a merced de estrategas pésimos, capitanes corruptos, generales apocados y reyes de opereta.
Profesor de Derecho Constitucional y miembro del Comité de Solidaridad Internacionalista