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Los crímenes de Israel y la hipocresía del mundo

 

Mientras Israel continua sembrando el terror en la Franja de Gaza, podría ser interesante dar un vistazo a la reacción del mundo, o la falta de ella.

En primer lugar vamos a establecer el contexto. Israel se creó sobre la limpieza étnica de más de 750.000 palestinos expulsados de sus hogares, sin indemnizaciones, y enviados a campos de refugiados. Israel tomó mucho más que el 50% de su tierra en ese momento. Desde entonces, a través de la construcción de asentamientos ilegales, los palestinos están comprimidos en menos del 20% de su tierra y ese porcentaje se reduce constantemente.

Estados Unidos, la marioneta favorita de Israel en todo el mundo, siempre está un paso adelante para ofrecer «noblemente» sus servicios para resolver este problema. Sin embargo, cuando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas critica a Israel por algún aspecto de sus numerosas violaciones del derecho internacional, EE.UU. veta la resolución.

Mientras los EE.UU. se ofrecen abiertamente para lograr un acuerdo entre Israel y Palestina, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirma categóricamente que Israel nunca abandonará Cisjordania. Esta es una parte integral de Palestina y un futuro Estado palestino libre.

Los EE.UU. quieren mediar en las negociaciones entre dos entidades para las cuales no puede haber negociación. Eso sólo puede ocurrir cuando cada parte tiene algo que la otra quiere y solo lo puede obtener a cambio de algo que tiene. Palestina tiene mucho que Israel quiere, pero Israel simplemente lo puede tomar sin dar nada a cambio. Lo ha hecho durante generaciones y los EE.UU. siempre lo han condonado.

Israel afirma, increíblemente, que sólo está haciendo lo que tiene que hacer para garantizar su seguridad nacional. Este es el país que recibe más de 3.000 millones de dólares de los EE.UU. cada año y, como consecuencia, tiene el cuarto ejército más poderoso del mundo. Palestina, sin presupuesto militar, ya que no tiene ejército, difícilmente puede contemplarse como una amenaza para Israel.

Un vistazo a algunas de las violaciones del derecho internacional que Israel está cometiendo que, aunque estén por escrito, igual es impactante.

En la Franja de Gaza:

* Escuelas bombardeadas, residencias, mezquitas y hospitales.

* Hacer blanco sobre niños, como los que juegan en una playa de Gaza, matando al menos a cuatro de ellos.

* Bombardeo sin tener en cuenta la seguridad de los civiles.

* Bloqueo de todas las fronteras de Gaza: tierra, mar y aire.

* Cortar el suministro de agua a los residentes de Gaza.

* Destrucción de los depósitos que los palestinos utilizan para el agua potable.

En la Ribera Occidental:

* Mudar a cientos de miles de israelíes al territorio ocupado.

* Desplazamiento de cientos de miles de residentes por la destrucción de ciudades enteras.

* Restricción de ciertas carreteras que pasan a ser «solo para israelíes».

* Establecimiento de un sinnúmero de puestos de control en Cisjordania, lo que hace que el movimiento de una zona a otra, que debería tardar unos minutos, dure horas.

* Privar a los residentes de la asistencia médica necesaria.

Ambas listas podrían continuar.

Ahora vamos a ver lo que algunos de los líderes del mundo han dicho acerca de todo esto:

* El primer ministro canadiense, Stephen Harper: «Los ataques indiscriminados con cohetes desde Gaza contra Israel son actos de terrorismo, para los que no hay justificación».

* El presidente de EE.UU., Barack Obama, reafirmó el derecho de Israel a defenderse de los ataques con cohetes lanzados por militantes de Hamás.

* El Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo que ningún país puede aceptar este tipo de ataques con cohetes y agregó que bajar la escalada de la crisis es en última instancia, interés de todos.

* El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo: «El ataque con misiles contra Israel desde la Franja de Gaza ha creado una situación que pone en peligro un proceso, una espiral de violencia y contraofensivas violentas. Israel, por supuesto, tiene el derecho de proteger a sus ciudadanos de los ataques con cohetes».

* Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon, dijo que Ban Ki-moon, «condena los recientes ataques múltiples de cohetes contra Israel desde Gaza» y que «estos ataques indiscriminados contra zonas civiles deben cesar.»

* Dijo el embajador de Francia en Israel Patrick Maisonnave el martes: «Cuando uno está aquí [Ashdod, Israel], a 30 kilómetros [19 millas] de Gaza, se pueden sentir de cerca la ansiedad y el miedo constante con los que viven las familias en el sur, que se encuentran una vez más como rehenes de la violencia. Me gustaría decir a estas familias que no los olvidamos olvidando y que Francia está a su lado».

* El secretario general de la ONU Ban Ki-moon, dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que Israel y Hamás «deben ejercer la máxima moderación» para poner fin a los combates.

Podría ser útil examinar cada una de estas declaraciones con cierto detalle, para entender cómo injusta y descaradamente todas favorecen a Israel.

Harper dice que no hay justificación para los ataques desde Gaza. Tal vez no es consciente de que Israel lleva años bloqueando la Franja de Gaza, privando a sus residentes de toda libertad de movimiento. No es consciente, tal vez, de que Israel sigue muy de cerca lo que se importa y se exporta hacia y desde Israel. A continuación se enumeran algunos de los elementos «peligrosos» que Israel tampoco ha permitido o impide actualmente importar a la Franja de Gaza: lentejas, pasta, pasta y jugos de tomate, gaseosas, jugos, mermeladas, especias, crema de afeitar, papas fritas, galletas y dulces, alimentos secos, jengibre y chocolate, lápices, papelería, balones de fútbol, instrumentos musicales, papel higiénico, libros, velas, lápices de colores, ropa, tazas, cubiertos, vajilla, electrodomésticos, como refrigeradores y lavadoras, vasos, bombillas de luz, fósforos, agujas, sábanas, mantas, zapatos, colchones, máquina de repuesto y piezas de automóviles, hilos. Además, Israel ha impedido la importación de cuerdas de pescar y varillas, criaderos de peces y piezas de recambio para los criaderos, baterías para audífonos y sillas de ruedas.

Los materiales de construcción como vidrio, acero, asfalto, madera, pintura, puertas, tubos de plástico, tubos de metal, varillas de refuerzo de metal, aglomerado, generadores, cables de alta tensión y postes de telégrafo de madera, no tienen o tienen muy limitada entrada a Gaza.

Gran parte de la economía de Gaza depende de la pesca. Los israelíes disparan a los pescadores que trabajan dentro de las tres millas de la costa, los límites permitidos por el derecho internacional.

Obama y Kerry dijeron que Israel tiene derecho a defenderse de los cohetes. Ninguno de los dos menciona los derechos de los palestinos a la libre determinación o las numerosas violaciones del derecho internacional de las que Israel es culpable.

Steinmeier pierde por completo el rumbo al decir que la situación en el Oriente Medio fue creada por los ataques con misiles desde Gaza. Israel creó la «situación» hace generaciones y ha avivado las llamas de la misma con su continua y abominable represión de los derechos humanos de los palestinos.

Dujarric, al tiempo que condena los ataques con cohetes desde Gaza, no tenía nada que decir acerca de las numerosas resoluciones aprobadas por las Naciones Unidas que condenan las violaciones de Israel de los derechos humanos básicos de los palestinos. La ONU, debería considerar, ha pasado más de esas resoluciones que condenan a Israel que las que tienen todos los demás países juntos.

Maisonnave, aunque parezca increíble, habla de la ansiedad y el miedo de las familias que viven dentro del territorio al alcance de las bombas de Gaza. Parece no darse cuenta de que todos los habitantes de Gaza viven con la ansiedad y el temor cotidianamente.

Ban Ki-moon, no parece entender que «máxima moderación» es muy diferente cuando se aplica a un ejército tercermundista, de un pueblo orpimido y ocupado, que cuando se aplica a una gran potencia militar.

No todos los líderes del mundo son tan cortos de vista. El presidente turco, Abdullah Gül, advirtió a Israel contra la incursión terrestre en la Franja de Gaza y exigió que detenga sus ataques aéreos sobre la población civil. Dijo: «Israel, como si deseara que todo explote, está bombardeando a Palestina desde el mar y la tierra, destruyendo casas y matando a personas inocentes ante los ojos del mundo».

Un informe de los medios de comunicación también relata: «Los cohetes lanzados desde Gaza han golpeado partes del centro y el sur de Israel, lo que altera la vida de la gente allí, pero hasta ahora sin causar víctimas graves». Mientras eso puede ser una declaración verdadera, no hay ninguna mención de los misiles de Israel que han golpeado toda la Franja de Gaza, causando más de 400 muertes de hombres, mujeres y niños, y más de 1.000 heridos.

Los EE.UU., muchos otros países y gran parte de los medios de estadounidenses culpan a Palestina de la violencia. Y si bien parte de la culpa recae en Palestina, no es de Hamás, sino del débil e inútil títere de Israel, el presidente Mahmoud Abbas. Por años trabajó con el Gobierno de Israel, permitiéndole robar más y más tierra y desplazar a más y más palestinos. Incluso hoy, cuando cuatro niños palestinos fueron asesinados mientras jugaban en una playa, no ha pedido la condena de la Corte Penal Internaciona. A los palestinos no les iría peor si el propio Netanyahu fuera el jefe titular de la Autoridad Palestina.

El derecho a la libre determinación es fundamental para todas las personas. Israel, con la complicidad de Canadá, los EE.UU. y otros países, ha negado a las generaciones de palestinos este derecho básico. La resistencia a esa opresión horrenda siempre se justifica. Las naciones imperialistas, como los EE.UU., que han destruido con éxito los movimientos populares revolucionarios de todo el mundo, están comprensiblemente preocupadas por las aspiraciones nacionales palestinas. El poderoso lobby israelí no permitirá a los legisladores estadounidenses cuestionar sus prácticas genocidas. No hay nada parecido a un estadista en el Gobierno de los EE.UU. Sólo el afán de lucro y los derechos humanos a una distancia de un segundo (o tercero, o cuarto) lugar.

Tuvieron que pasar años para que la gente de todo el mundo acabara finalmente con a las prácticas de apartheid de Sudáfrica. El movimiento para acabar con las prácticas de apartheid de Israel crece constantemente. Su éxito no llegará demasiado pronto para el sufrimiento de los palestinos .

Por Robert Fantina, traducido por J.M

El último libro de Robert Fantina es Empire, Racism and Genocide: a History of US Foreign Policy (Red Pill Press).

 

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