Rebelión cívica en Perú: ¿Quién es quién en este grave conflicto social y político?
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Aprovechando su visita a Zaragoza, hablamos con Raquel Neyra, activista e investigadora peruana. Afirma que «el problema del Perú es extremadamente complejo», denuncia la conspiración de los sectores fujimoristas asociados a las multinacionales mineras y extractivistas, y pone en valor el «hartazgo» social por la explotación y el racismo hacia los pueblos indígenas en un país donde la represión de Boluarte contra las protestas ha dejado ya más de 60 muertes.
Raquel Neyra, activista e investigadora peruana en conflictos socioambientales y vicepresidenta de la Sociedad Andina de Economía Ecológica, visitó Zaragoza el pasado viernes, 17 de febrero, para participar en un acto informativo en La Pantera Rossa. En esta charla-debate, organizada por el Comité Solidaridad Internacionalista, Lumaltik Aragón, Comité de Solidaridad Óscar Romero de Aragón y ASA con el título «Rebelión cívica en Perú. ¿Quién es quién en este grave conflicto social y político?», se habló sobre la situación actual y la rebelión ciudadana que conmociona el país de América Latina desde hace semanas.
En una entrevista, realizada por la organización del acto y que han cedido a AraInfo para su publicación, Neyra denunció la conspiración de los sectores fujimoristas -el expresidente Fujimori está en cárcel- asociados a las multinacionales mineras y extractivistas. «El problema del Perú es extremadamente complejo. Hay un hartazgo muy grande por la explotación y el racismo que se viene acumulando desde hace demasiados años. Un racismo muy fuerte que desprecia al sector indígena, incluso más que en la época colonial», destacó Neyra, que también es economista por la Universidad Paris I – La Sorbonne (Máster y MBA, 2013), Doctora en Sociología de Políticas Públicas y Sociales por la Universidad de Zaragoza (2019); y docente del Doctorado de Economía de los Recursos Naturales y Desarrollo.
Más de 60 muertes: la represión de Boluarte contra las protestas
La dura represión contra las movilizaciones por el descontento social con las nuevas autoridades peruanas tras el cese del exmandatario Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre, que cumple una orden judicial de 18 meses de prisión preventiva dictada tras su destitución, ha dejado más de 60 muertes en todo el país. La rebelión cívica que inunda el país lo hace entre peticiones de dimisión de la actual presidenta Dilma Boluarte, la celebración de elecciones presidenciales anticipadas con carácter de emergencia y la convocatoria de una asamblea constituyente.
El Gobierno de Boluarte decretó a medianos de enero y por 30 días el estado de emergencia en Lima, Callao, Amazonas y La Libertad. El pasado 5 de febrero, aprobó la extensión del estado de emergencia y lo amplió a los departamentos de Madre de Dios, Apurímac, Arequipa y Moquegua donde se siguen produciendo las mayores protestas. El decreto, que lleva la firma de la presidenta, establece que durante el estado de emergencia quedan restringidos o suspendidos «los derechos constitucionales relativos a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales».
«En Perú no hay ningún tipo de seguridad ni jurídica, política ni civil»
«Me presentan como un monstruo. Soy el presidente del Perú». Así lo afirma Pedro Castillo en una entrevista con el El Salto desde el presidio en el que se encuentra desde el 7 de diciembre. Castillo exige un proceso constituyente para su país y denuncia la represión llevada a cabo por Dina Boluarte.
«Temo por mi vida. En Perú no hay ningún tipo de seguridad ni jurídica, política ni civil. Temo por mi vida desde la segunda vuelta de la campaña para ser presidente. Hubo persecución política desde que estaba en campaña, la derecha se ensañó conmigo y mi familia, sobre todo con mis hijos menores y mi esposa. Nos difamaron, nos terruquearon [acusación de terrorismo a militantes de izquierdas], no nos dejaban desarrollarnos de manera personal ni tampoco en mi Gobierno», alerta.
«Un golpe de Estado contra los pueblos indígenas»
«Lo que hay en el Perú es un golpe de Estado contra los pueblos indígenas», afirma Lourdes Huanca, presidenta de la Federación de mujeres campesinas, artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP) en una entrevista con ElDiario.es. «Nos podrán quemar, incendiar, pero volveremos a florecer en primavera, brotaremos otra vez como las flores, lo verde y lo hermoso; somos las flores silvestres, eso somos, somos semillas autóctonas de padres y abuelos fuertes», añade.
