En la «Escuela» hallarás el tesoro de la lucha popular.
La Escuela política del Congreso de los Pueblos, desarrollada durante este verano, ha contado con el apoyo de la Diputación de Zaragoza y del Comité de Solidaridad Internacionalista.
La formación política no se reduce a los contenidos teóricos que se reproducen en las academias y librerías; la formación política es la capacidad de reflexionar con el corazón lo que nos está pasando y actuar con eficacia ante la muerte que nos acecha. A.R.
Después de escuchar las noticias de que en Colombia desde el año 2016 a inicios del 2023 ha habido más de 1600 líderes sociales asesinados, pensaba en Teófilo Acuña y Jorge Tafur líderes campesinos asesinados en febrero de 2022 y en los más de 5 integrantes del Congreso de los Pueblos que desde el 2015 han sido asesinados por defender el territorio o participar de la organización popular. También pensaba en los cientos de casos de personas judicializadas del movimiento social a raíz de las movilizaciones sociales y específicamente en los cerca de 59 casos de líderes y lideresas del Congreso de los Pueblos que han sido privados de la libertad desde el año 2015 hasta el 2023. Y me preguntaba mientras caminaba por la carrera séptima de la ciudad de Bogotá con dirección a la oficina del CEDINS- Corporación para Educación e Investigación Popular, acaso existe alguna finalidad en los asesinatos y las judicializaciones a líderes sociales de Colombia y especialmente a los líderes del Congreso de los Pueblos.
Podría ser una pregunta sin respuesta, como muchas otras que surgen ante el recrudecimiento de la violencia en algunos territorios del país, pero también podría ser un camino de reflexión colectiva, de saber por qué esta persecución política nos sigue los pasos tan de cerca a los defensores del medio ambiente, los derechos humanos, el territorio o a quienes militamos en las organizaciones populares.
Como de costumbre en los últimos días de junio iniciamos la reunión de trabajo a las 9 am, la tarea estaba en afinar la planificación de la Escuela política del Congreso de los Pueblos que desde el inicio recibió el apoyo de la Diputación de Zaragoza y el Comité de Solidaridad Internacionalista. La reflexión sobre la persecución política emergió con tal naturalidad que fue tomando lugar en el contenido temático proyectado para la formación de los asistentes a la escuela. Sin embargo, pasamos de los interrogantes a los planteamientos de posibles respuestas, la persecución política en Colombia caracterizada por los asesinatos, las judicializaciones, los desplazamientos y las amenazas contra la vida tienen el objetivo de romper los tejidos sociales; tienen la finalidad, señaló una compañera del CEDINS, de sembrar el miedo para inmovilizarnos, y afirmó que, por esta razón debemos fortalecer los procesos de formación en todos los niveles.
Terminada la jornada de planeación, iniciamos con la convocatoria y rápidamente confirmaron asistencia treinta compañeras y compañeros, provenientes de distintos territorios urbanos y rurales de Colombia, todos manifestaban la alegría de encontrarse con más personas para participar del proceso de formación y la posibilidad compartir herramientas de análisis para comprender lo que en cada territorio está pasando en la actualidad. Entre las palabras que intercambiamos telefónicamente una de las asistentes dijo que: “acá en el sur de Bolívar lo que más nos hace falta es la formación para encauzar mejor todos nuestros esfuerzos, ante la voracidad de las mineras de oro, los monocultivos de palma aceitera y el crecimiento de los paramilitares, porque con formación podemos entender lo que nos está pasando, pero también lo que podemos hacer juntos para no dejarnos sacar del territorio”.
Un instante de la Escuela política del Congreso de los Pueblos. Foto: CEDINS
Durante el desarrollo de la Escuela de Formación los días del 16 al 22 de julio de 2023 estás palabras se convirtieron en el cimiento de las temáticas y las reflexiones, como diría uno de los asistentes que le ha tocado vivir amenazas y desplazamiento forzado por parte de los paramilitares en el departamento del Cesar: “la formación política debe servirnos para recomponer el tejido social, es decir, la confianza entre los vecinos de la vereda y el barrio, volver al territorio para defender la ciénaga y organizarnos mejor para ser un poder que decida cuidar la vida”.
Los días de trabajo en la Escuela que empezaban con un café caliente en la mañana, seguían con exposiciones y trabajos en grupo, terminaban en la tarde con el pan compartido de las dudas y los deseos de continuar en el trabajo colectivo, en enfrentar los desafíos de la profundización del modelo económico neoliberal y la necropolítica con la que se expresa la voluntad de acumulación de capital por despojo, como lo mencionó uno de los participantes de manera certera, “en la Escuela hallarás el tesoro de la lucha popular”, porque a los enemigos de la vida solo los podemos enfrentar con organización comunitaria, y sobre todo, con la continuidad de espacios de formación que nos permitan encontrarnos para compartir experiencias de organización y herramientas de análisis para interpretar la realidad y actuar en unidad como Congreso de los Pueblos.
Esta enriquecedora experiencia dejó profundas alegrías, relaciones más fuertes y entusiasmo generalizado, pero también retos enormes. El más grande de ellos es continuar trabajando incansablemente para garantizar que los procesos de formación del Congreso de los Pueblos respondan a las necesidades que hoy el capitalismo impone a la humanidad, esto implica sostener en el tiempo la Escuela Política, pues como acertadamente lo mencionaba Fidel “sin educación, realmente no puede haber Revolución. Y la Revolución alcanzará tanto más avance y tanto más éxito, cuanto más trabaje en el campo de la educación, (…) en eso está lo fundamental”.