Brigadas InternacionalistasVenezuela

INTERNACIONALISMO EN CLAVE COMUNAL: EUSKAL ERRIA Y ARAGÓN EN LA COMUNA EL PANAL Y EN EL ZONAL JUNQUITO.

Por Fuerza Patriótica Alexis Vive

Caracas, 4 de agosto, 2025 — “El socialismo no se decreta, se construye con el pueblo y desde el territorio”, decía el Comandante Chávez. En días recientes, esa consigna —que orienta la praxis cotidiana en la Comuna El Panal— fue conversada por comuneras y comuneros de El Panal e internacionalistas de Euskal Herria y del Comité Internacionalista de Zaragoza en una visita la Comuna y al Zonal El Junquito de la Fuerza Patriótica Alexis Vive.

El recorrido comenzó en el arco de la comuna, portal simbólico de un proyecto nacido del combativo del 23 de Enero. Allí se conversó sobre el origen insurgente del barrio y sobre la relación dialéctica entre la Fuerza Patriótica Alexis Vive —una organización de cuadros que asume la comuna como camino y destino para la emancipación colectiva— y la propia Comuna El Panal, espacio concreto donde se tejen nuevas relaciones sociales.

La visita siguió por la Despostadora Comunal, donde la producción se asume como herramienta de dignidad y soberanía. En la textilera Las Abejitas, la Ferretería Comunal y el Panalisto Santa Rosa, las voceras relataron experiencias de autogobierno y gestión comunal.

Luego, en conversación con Robert Longa de la Fuerza Patriótica Alexis Vive, se abordó la necesidad de la planificación revolucionaria y el rol del Distrito Económico Comunal como epicentro para reorganizar la economía desde abajo y para el pueblo.

El cierre de la jornada internacionalista fue en el Zonal El Junquito de la Fuerza Patriótica Alexis Vive, en la Porcinera Urbana del Sur, donde el sujeto territorio explicó con detalle el encadenamiento productivo: desde la fabricación de alimento balanceado, pasando por la cría de cerdos, hasta el impulso a la agricultura comunal. Todo articulado desde la lógica de los colectivos de trabajo asociado y el horizonte socialista.

Esta visita no fue un gesto simbólico, sino práctica viva del internacionalismo. Fue la confirmación de que los pueblos que luchan se reconocen, se abrazan, y se acompañan en la tarea más hermosa: construir una sociedad sin explotados ni explotadores.

¡Comuna o Nada!

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