Objeción de conciencia al servicio militar
A propósito de la movilización nacional convocada para el 24 de agosto, a favor de la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio, Colombia Informa dialogó con Martín Emilio Rodriguez, activista objetor por conciencia al servicio militar obligatorio y contratista de la Alcaldía Mayor de Bogotá D.C. específicamente en la Secretaría de Integración Social.
Colombia Informa (CI): Para quien no lo conoce, ¿quién es usted y a que se dedica?
Martín Rodriguez (MR): Soy estudiante de ciencias políticas de la universidad Nacional en la sede Bogotá, llevo varios años como activista objetor de consciencia al servicio militar obligatorio, si bien la apuesta es que se acabe el servicio militar en Colombia, la visión es mucho más amplia porque muchos objetores en el país queremos que se desmilitarice la vida de las personas, eso implica para los hombre dejar de asumir el rol tradicional de hombres en un sistema machista patriarcal y para las mujeres dejar de ser víctimas de ese sistema. Soy activista por la objeción de consciencia al servicio militar obligatorio y antimilitarista contra el sistema patriarcal que nos impone la guerra y la dominación.
CI: ¿Cual es su relación con la alcaldía de Bogotá?
MR: Soy funcionario contratista de la Alcaldía, estoy trabajando en un proyecto que se llama Ampliación de Capacidades para la Ciudadanía, que básicamente esta enfocada en la restitución de derechos a población excluida y una de las tareas que me han encomendado es trabajar la restitución de derechos a objetores; en general es a toda la población excluida, entendemos por población excluida a las víctimas de la guerra, población LGBTI, desplazados y desplazadas, población étnica, que son normalmente sectores de la población que han estado excluidos de sus derechos, tanto por los que tiene que responder el Estado (directamente), como por el propio ejercicio, debido a que por mucho tiempo han estado excluidos, lo real es que no los conocen, entonces una de las tareas en esta administración de Gustavo Petro, es que muchas de esta población excluida parta por conocer sus derechos y empiece a hacer ejercicio de esos derechos.
CI: Entonces si usted esta trabajando es porque tiene libreta militar. ¿cómo es eso de ser objetor?
MR: Yo me presente a una convocatoria donde convocaban a este perfil del proyecto, digamos que por mi experiencia pensé que podía presentarme, no obstante sabiendo que no tengo libreta militar y sabiendo que la ley 48 de 1993, entre comillas, es clara en que uno de los impedimentos de quienes no tienen libreta militar es poder graduarse de la universidad y acceder a contratar con el Estado o ser funcionario publico, me presente en ejercicio del derecho de la objeción de consciencia, pues considero que si el derecho no se lo brinda a uno el Estado, uno tiene que ejercerlo, y me presente a la convocatoria.
Pues no pasé precisamente por no tener libreta militar, y empecé un proceso jurídico con una tutela que fue hasta la instancia de la Corte Constitucional, pero la tutela finalmente no la estudio la Corte porque no agote un procedimiento que piden para todos los objetores y es que se parta por hacer un derecho de petición a la oficina de reclutamiento donde uno agote ese paso de ser objetor de consciencia; aunque no lo estudió la corte constitucional, ese proceso duró más o menos 8 meses, y coincidió con que Gustavo Petro tiene como apuesta, en relación al contexto de negociaciones de paz, apoyar que los jóvenes no sigan teniendo como única opción la participación en la guerra, desde esa perspectiva y desde ese enfoque de restituir derechos a población y sectores excluidos, mi caso fue tomado en la Secretaria de Integración Social como una posibilidad material de ese apoyo que brinda la administración de Gustavo Petro, a través de esta secretaría con la doctora Teresa Muñoz.
Entonces se hizo con la sentencia 728 de 2009 de la Corte Constitucional, donde la Corte reconoce la objeción de consciencia al servicio militar obligatorio, reconoce que en Colombia hay objetores y que estos objetores tenemos derechos, y parado ahí se hace un contexto jurídico que permita modificar en parte y en el nivel del Distrito, por el momento, esa obligación de presentar libreta militar para contratar con el Estado, de ser servidor público, en ese sentido coincide con mi apuesta como objetor de consciencia, pues me niego a ser parte de la guerra y a ser parte de una entidad como el Ejercito o la Policía que son entidades que en el conflicto han jugado como violadores de derechos humanos de toda la población; entonces demuestro que me niego a ser parte de esos aparatos para seguir violando los derechos de la población y por el contrario tengo la capacidad y la disponibilidad de servir al Estado, entre comillas, pero en función de la protección de derechos de la población, y ese proyecto es en el que estoy.
Siento que como objetor de consciencia estoy cumpliendo un rol importante en la defensa de los derechos de la población.
CI: Entonces, ¿es posible trabajar sin libreta militar, pero se necesita voluntad política?
MR: Obviamente de por medio hay una voluntad política, no todo gobernante estaría dispuesto a asumir el costo político que implica salirse de esas normas estrechas que son hechas desde una perspectiva militarista y patriarcal, no todos los gobernantes están dispuestos a interpretar la norma de una manera que beneficie los derechos, entonces obviamente de por medio tiene que haber una amplitud mental de los gobernantes, de hecho voluntad política y esto es lo que se interpreta de la alcaldía de Gustavo Petro, que hay una voluntad política, que finalmente lleva a que se materialice en que la libreta militar no sea una restricción para ser servidor público, en función de defender los derechos de la población excluida.
Ahora bien, esto es un proceso, mi caso es entre comillas el primero y la idea es que esto pueda incidir en la forma como se contrata los servidores públicos, en este caso en el Distrito, y esperemos que en general en el Estado ya que es un proceso que apenas arrancó. Lo otro es que hace parte del apoyo que le ha dado la administración de Gustavo Petro con la participación directa de la Secretaría de Gobierno a un proceso que se llama: Proceso Distrital de Objeción de Consciencia en Bogotá, el cual esta desde el Distrito acompañando a los objetores de consciencia; por ejemplo la movilización de mañana 24 de agosto acá en Bogotá, va a tener el acompañamiento de la secretaría de gobierno, secretaría de integración social; como parte de esa voluntad política acompañarlos porque la idea es que muchos más jóvenes dejen de ir a la guerra y participen en la construcción de un país en paz.
CI: ¿Que mensaje le daría usted a todos los jóvenes que se van a manifestar por la objeción de consciencia en el país?
MR: Lo real es que muchos objetores de consciencia cuando nos exponemos al ejercicio de ese derecho, algunas veces no dimensionamos que primero es una idea fuerza muy potente para el tema de los derechos y para construir derechos a la población, pero por otro lado tiene otra connotación en la vida de los individuos muy fuerte, porque partimos de que cuando ejercemos ese tipo de derechos que no están reconocidos estamos perdiendo derechos civiles, cuando yo me declaro objetor de consciencia los derechos civiles que pierdo son: el no poder graduarme de la universidad, requisito para el grado universitario; el no poder contratar con el Estado ni ser funcionario público; el no poder tener un pasaporte, no poder salir del país. Pero digamos en el tema que más se a fijado la inconstitucionalidad es en el tema del trabajo y de los estudios superiores.
No obstante cuando uno dimensiona esa situación, digamos que uno se plantea que es una lucha de largo plazo y en parte uno comienza a habituarse a una vida en la cual tiene que tejer redes sociales para poder garantizar la subsistencia y que eso le ayuda a uno a mantenerse en un acto de resistencia cotidiana, para no dar el brazo a torcer frente al hecho de que sin libreta militar no podes ejercer ciertos derechos ciudadanos.
Después de un largo tiempo de lucha en mi caso, puedo ver materializado parte de los logros, por lo menos en mi parte individual, almenos tener un trabajo por algún tiempo y además tener un trabajo que me permita a mi seguir promoviendo los derechos civiles y políticos de las personas que esta excluidas en el país.
Dimensionar que son luchas de largo plazo y uno tiene que prepararse para eso, porque fácilmente en el tiempo y en el desespero en un país en crisis como este, un país que tiene excluida a mucha población, pues fácilmente (un objetor) puede dar el brazo a torcer, y eso no es cuestionable, no todo el mundo tiene porque soportar el hambre, la exclusión o la segregación; pero quienes si están dispuestos a hacerlo, saber que es de largo plazo el asunto y que en algún momento por la fuerza de esa lucha, puedan darse situaciones como que después de 18 años de constitución, en el 2009, la corte constitucional por fin reconociera que en Colombia existe la objeción de consciencia, los objetores de consciencia.
CI: En ese largo plazo de lucha que usted nombra entra la lucha antipatriarcal, ¿cómo se une esto con la objeción por consciencia?
MR: Entendemos que estamos en un sistema patriarcal, toda la estructura de la sociedad esta construida desde una visión masculina donde el hombre es el que predomina y donde hay una estructura vertical en la cual hombres poderosos someten al resto de la población incluyendo a otros hombres, pero además todos los hombres masculinos patriarcales heterosexuales tenemos esa misma información que nos la dan desde que nacemos, nos forman en la escuela para eso y asumimos que hay un superior al cual obedecemos, pero asumimos que hay gente por debajo de nosotros a las cuales sometemos. Entonces la lucha antipatriarcal de muchos de los movimientos feministas coinciden totalmente con la lucha por la objeción de conciencia, la lucha antimilitarista, en el sentido que es el punto de partida para la transformación de esa postura patriarcal sobre todo entre los hombres, por que estamos supuestamente avalados para la dominación.
Por eso los hombres desde la perspectiva antimilitarista y antipatriarcal debemos también comenzar a transformar esos roles tradicionales de hombres dominadores por unos roles diferentes; entonces el hecho de no participar en la guerra, el hecho de no hacer parte de quienes reprimen a la población, el hecho de no asumir comportamientos patriarcales ni dominantes, comienzas a ser una forma de transformar nuestros comportamientos tradicionales, incluso reconocer otras identidades que van más allá de lo femenino y lo masculino, el ser humano no es solamente heterosexual, son muchas diversidades y está totalmente inscrito en la lucha antimilitaristas y en los movimientos de mujeres, esa es la conexión.
Cuando unos se declara objetor de consciencia al servicio militar obligatorio, a la guerra, esta planteando de entrada un cambio del individuo.