Manifestación antitransgénicos
Por una alimentación y una agricultura libres de transgénicos
Sábado 18 de Abril, 11,30 horas en Paraninfo de Zaragoza (Pza Paraíso)
Acabará en la Pza del Pilar, con vermú de vino y olivas
Convocan: Plataforma Rural (Amigos de la Tiera, CAS, CECU, CERAI, CIC BATA, CIFAES-URPF, COAG, C. Tierra de Campos, Ecologistas en Acción, Entrepueblos, Espacio Comercio Justo, Jóvenes Rurales Cristianos, Red Africa Europa, SODEPAZ, Veterinarios Sin Fronteras, Movimiento Rural Cristiano, Mundubat, SEAE, SOC, Universidad Rural Pablo Freire, Xarxa de Consum Solidari) y Greenpeace.
Se decidió Zaragoza como sede porque Aragón es la región de Europa con más hectáreas de cultivos transgénicos. España es la principal puerta de entrada hacia Europa de las grandes multinacionales del sector, como Monsanto, famosa por sus tropelías medioambientales y sociales (Agente naranja, PCBs, dioxinas.) o Syngenta. Es el primer país de la comunidad en autorizar cultivos y el último en retirar los que han demostrado ser perjudiciales.
Pedimos su retirada del mercado y del campo, porque:
– Son menos sanos. La falta de investigación hace que ni siquiera se conozcan del todo los daños que pueden ocasionar. Sin embargo, se sabe que alimentos y cultivos pueden generar nuevas alergias. Las primeras variedades cultivadas en España tuvieron que ser prohibidas años después por recomendación de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.
– Deterioran el medio ambiente y la vida silvestre. Más del 80% de los cultivos transgénicos son tolerantes a herbicidas muy agresivos. Sus residuos contaminan agua y suelo y pasan a la cadena alimentaria. El resto son plantas con propiedades insecticidas que también atacan a organismos beneficiosos del suelo.
– Producen contaminación genética. Los caracteres transgénicos pueden saltar a otros cultivos rápidamente, contaminándolos. La coexistencia con la agricultura no transgénica es imposible. Las pérdidas entre los agricultores ecológicos en Aragón son cuantiosas.
– No solucionan el problema de hambre en el mundo, lo agravan.
La función de los alimentos deja de ser la de alimentar a las poblaciones y se convierte en un instrumento más de enriquecimiento y de control de mercado de las corporaciones Biotecnológicas. Estas deforestan selvas y utilizan las zonas de cultivo de países empobrecidos para obtener cultivos destinados a biodiésel o a ganadería del primer mundo. Además, los campesinos no pueden pagar el elevado precio de semillas patentadas ni de los plaguicidas asociados.
Además, antes de la manifestación, Mesas Informativas los días 15 y 17 de abril:
